Por Leonardo Attuch

Dado que el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, acaba de anunciar que Brasil alcanzará su pico de casos de coronavirus en abril y esto provocará el colapso del sistema de salud, es razonable suponer que la actividad económica permanecerá estancada durante 30-60 días o más. .

La mayoría de los empresarios pequeños y medianos, como los dueños de bares, cafeterías, tiendas y restaurantes, no tienen capital de trabajo. Por lo tanto, también es razonable suponer que habrá un colapso sin precedentes en la economía brasileña que provocará despidos masivos de trabajadores y proveedores de servicios.

En este escenario caótico, los empresarios que insisten en mantener con vida sus negocios tendrán que liquidar sus ahorros, sus bienes inmuebles y activos financieros, incluidas las inversiones en la bolsa de valores, que ya ha caído en más del 40% este año. Esto conducirá a nuevas devaluaciones de precios en acciones y bienes raíces.

Con dos o tres meses de paralización, el crecimiento del PIB podría caer al menos un 10% este año y esto podría causar que el desempleo aumente del 12% actual al 20% o más. Esta cifra ni siquiera incluye el creciente sector informal, los subempleados y las personas que realizan trabajos precarios.

Se está llegando a un consenso de que Brasil tiene un sociópata en la presidencia, y es razonable suponer que no habrá una coordinación nivelada entre el gobierno federal, los estados y los municipios, para organizar mínimamente un plan de emergencia para combatir el hambre, que inevitablemente volverá con toda su fuerza

El hambre duele. Y el instinto natural del ser humano es luchar por su propia supervivencia. El caos económico inevitablemente conducirá al caos social y al aumento de la violencia urbana en una sociedad que ya es una de las más desiguales del mundo. Lo que se avecina, por lo tanto, es una catástrofe.

Espero no estar demasiado alarmado, pero Brasil parece estar a punto de enfrentar un genocidio causado por un virus, el hambre o la violencia. Por eso es fundamental que detengamos a Bolsonaro lo antes posible y creemos un plan de acción de emergencia junto con todas las fuerzas sociales y democráticas de Brasil.

Leonardo Attuch es escritor, periodista y editor en jefe de Brasil247. Traducido por Brian Mier. Foto: Isac Nóbrega / PR

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